Duquesa_Logroño

De un piso sin personalidad y a medias, a presumir de toques especiales en cada esquina.
En el centro de Logroño, una joven pareja sin hijos compró hace tiempo un piso, lo reformaron por su cuenta, pero dejaron sin terminar el proyecto que mostraba una estética muy simple. Faltaban todas las puertas de la vivienda, también muchos muebles… ¡e incluso había bombillas colgando todavía! Todo estaba sin personalidad ni estilo.
La petición de los dueños se centraba en que le diéramos un toque de diseño y lo acabáramos de amueblar y así fue como en apenas tres meses, llevamos a cabo el interiorismo del proyecto, aportando revestimientos, eligiendo piezas de mobiliario a completar con las existentes, así como nuevos textiles y objetos de decoración. También nos hicimos cargo de la carpintería de la vivienda, especialmente de las puertas, que han sido diseñadas desde cero para ellos, ya que llevaban mucho tiempo buscando puertas ya hechas, pero ninguna les parecía especial. Y podríamos decir que casi es lo que más les gusta del resultado.

Mucha luz natural, colores atrevidos y lámparas de diseño.
La ventaja de tener ubicado el piso en una sexta planta es la gran cantidad de luz natural que recibe, especialmente en la zona del salón-comedor, con grandes ventanales, y también en el dormitorio principal. Esto ya venía de serie y siempre es una ventaja. Otra fue el pavimento existente, de color roble muy bonito y de piezas grandes. Y un tercer aspecto que también pudimos aprovechar en este proyecto fueron los materiales base que ya tenía el piso, protagonizados por el blanco en paredes, techos y armarios que complementamos aportando toques cromáticos y texturas distintas en revestimientos, mobiliario y decoración, gracias también a que los clientes eran atrevidos en cuanto a colores. Así puede verse en el dormitorio, las mesitas de noche y el aparador azules, los textiles de cama entonos rosa, la banqueta mostaza o las sillas del comedor de color teja. Sin olvidar la alegría que aporta el verde de las plantas naturales que hay repartidas por toda la casa. Dado que los techos no estaban rebajados, optamos por poner lámparas colgantes en puntos estratégicos donde se necesitaba un plus de iluminación y que a la vez también actuaran de objetos de decoración. El proyecto lumínico se completó con varias luminarias de pie y de sobremesa.

RECIBIDOR
Lo primero que llama la atención es que en la cara interior de la puerta de entrada ya se visualiza el diseño a medida que realizamos para las puertas como distinción en este proyecto, con una línea curva sobredimensionada. Un práctico armario a medida que no llega hasta el techo para no sobrecargar el espacio, sirve para mostrar objetos de decoración y, junto a este hemos colocado una butaca y una lámpara de pie delante de un original panelado en la pared a base de piezas con acabado de arcilla que le da un toque especial a la entrada.
Es como un original cuadro, con relieve y textura que mira de frente a un gran espejo que amplía visualmente el espacio y cuyo marco encaja a la perfección con los detalles del resto de la vivienda, como las manillas de las puertas. En la pared que se sitúa de frente a la entrada hemos colocado un pequeño banco de patas metálicas que aporta ligereza, así como algunos elementos decorativos y una obra de arte que ya tenían los propietarios.


COMEDOR
El acceso al salón-comedor desde el recibidor es abierto y amplio, de manera que la luz natural se filtra fácilmente. Y lo primero que se ve cuando se accede a la zona más social de la casa es el comedor protagonizado por una mesa redonda, cuatro sillas y sobre el conjunto, una lámpara colgante metálica negra. Junto a la pared hemos situado el aparador que ya tenían los clientes, sobre el que hemos puesto dos lámparas para seguir con la simetría y varios objetos decorativos. Pero lo que llama especialmente la atención en la zona del comedor es el revestimiento especial creado ‘exprofeso’ para el proyecto. Es como una especie de cuadro (como el del recibidor) pero éste formado por un tablero de madera revestido con un papel estampado. Nos pareció una idea original, ya que la irregularidad de la pared existente y las esquinas redondeadas de la estancia, nos impedían colocar algo directamente sobre la pared. Junto a la cristalera del comedor, creamos un pequeño rincón de lectura formado por una butaca y una mesa escultórica de piedra, ideal para leer o para disfrutar de las vistas.


SALÓN
En el otro extremo de esta estancia compartida de planta rectangular se ubica el salón, aprovechando el otro gran ventanal. El uso de dos alfombras de formas completamente diferentes es lo que marca la distribución del salón (cuadrada) y del comedor (redonda).
En la pared del fondo del salón pusimos unas molduras creando un diseño de cuarterones que enmarcan elegantemente un cuadro que ya tenían los clientes. Otro detalle es la palillería en color blanco de la pared de la derecha que sirve para solucionar la forma en L que tenía ésta, aportando, a su vez, un toque decorativo.
En cuanto al mobiliario, el sofá y la alfombra en color beige potencian la luminosidad y contrastan, al mismo tiempo, con la butaca negra, que comparte tono con el escultórico perchero de la esquina. Enfrente del sofá, el aparador combina la madera de nogal con los dos colores que se utilizan en todo el proyecto: el rosa y el teja.


COCINA
Situándonos de nuevo en el recibidor, el paso hacia la izquierda abre la perspectiva de un pasillo donde la primera estancia que nos encontramos es la cocina. Mención especial se merece la puerta que, siguiendo el mismo diseño que el resto, en este caso hemos fabricado combinando perfilería metálica y vidrio para facilitar el paso de luz y la conexión visual.
El color de la perfilería es un champagne muy bonito que encaja perfectamente con el resto de la decoración. El mobiliario de la cocina ya estaba en la vivienda, de un color blanco neutro, que resultó ideal para combinar con la madera de la mesa y las sillas del office cuyos modelos elegimos a petición de los clientes que querían algo ligero y fácil de limpiar. Tanto la lámpara del techo como el mueble auxiliar junto a la pared son suyos y lo único que hicimos fue añadir algunos elementos decorativos.



DORMITORIO PRINCIPAL
Al final del pasillo se ubica el dormitorio de matrimonio donde se conservó el armario empotrado al que únicamente se cambiaron los pomos para darle un toque diferente. Junto a este, optamos por colocar una pequeña butaca con una alfombra alargada, muy práctica para el día a día a la hora de vestirse. La cama era otra de las piezas que ya estaba en la habitación y cuyo cabecero en tono piedra claro, sumado al blanco del armario, nos obligó a a aportar el toque de color en nuevas piezas como las mesitas de noche, el aparador, el banco y los textiles, una mezcla de tonos que nos encanta.
El dormitorio disfruta de una gran luminosidad natural gracias a sus dos ventanas y cuando llega la noche, la iluminación general se ha resuelto con una lámpara de techo muy ligera que al encenderse genera una luz difusa muy agradable gracias a su material. Y encada mesita de noche, hay unas lamparitas pequeñas de piedra muy originales.




BAÑO EN SUITE
Entre la cama y el armario se abre la puerta que conecta con el baño en suite, en el que conservamos los revestimientos existentes de paredes y suelos y solo optamos por cambiar el mueble en un color que combinara con estos. La grifería y el espejo los elegimos nuevos también, con un diseño sencillo.


LAS CLAVES DEL PROYECTO
Este piso, que pasó de no tener personalidad y estar a medias a convertirse en una vivienda con encanto y ciertos toques especiales en cada esquina.
¿Por qué? Porque muchas veces los clientes no se atreven a contratar a un estudio de interiorismo para la reforma de su casa, lo hacen por su cuenta, y luego ven la importancia de ese gusto y cuidado por los detalles que necesitan y que solo un profesional puede aportar.